Antes de decorar tu jardín, divídelo en diferentes ambientes: zona de estar, comedor, área de juegos, piscina, etc. Cada una de estas zonas debe cumplir con una determinada función sin dejar de ser integrada en el conjunto del jardín. De esa forma podrás aprovechar mejor cada metro cuadrado y disfrutar al máximo de tu espacio al aire libre. Tras zonificar el terreno, llega el momento de escoger el mobiliario. Además de ser práctico y con estilo, este debe contribuir a tu bienestar y resistir las inclemencias del tiempo, especialmente la humedad y los cambios de temperatura. Si te gusta la madera, elige muebles de jardín de teca: son los más resistentes a la intemperie y tan duraderos que pueden pasar de generación en generación conservando intactas su estética y propiedades. Algo menos resistentes pero igual de aptos para su uso en el exterior son los muebles de wengue, cerezo, cedro, caoba y encina.

Otra opción tan práctica como económica es el mobiliario de resina. Además de fabricarse en infinidad de atractivos diseños y colores, los muebles de resina resisten mejor la intemperie, duran más tiempo y necesitan menos mantenimiento que sus análogos de madera o hierro, pues estos últimos tienden a oxidarse en un ambiente excesivamente húmedo. No obstante, si entre tus ideas para decorar el jardín está el mobiliario de metal, puedes optar por uno de aluminio. Este material no solo destaca por su extrema ligereza sino también por su resistencia a la humedad, pues no se oxida ni precisa un mantenimiento específico. En caso de que llegue a mancharse, es suficiente que pases un paño de agua jabonosa para dejarlo reluciente.

Una vez que te hayas decidido por los materiales, llega el momento de elegir el estilo de tu jardín que, además de ser bonito y funcional, debe reflejar tu personalidad y adaptarse a tu modo de vida.

Jardín moderno. En este caso apuesta por un mobiliario minimalista con predominancia de formas geométricas en colores claros o tonos tierra, pocos elementos decorativos en tonalidades neutras, caminos de hormigón o tejas de madera, grandes macetas de líneas rectas y elegantes, árboles y arbustos resistentes como ciprés, pino, arce japonés, adelfa, durillo o cerezo de flor.

Jardín oriental. Este espacio admite muebles ligeros de forja lacada, ratán o mimbre. Si   lo prefieres, puedes optar por un mobiliario de fibra trenzada sintética que ofrece un aspecto similar al mimbre y al ratán, pero tiene más resistencia a la humedad y a la luz ultravioleta. Un jardín oriental se decora con rocas, piedras, linternas, estatuillas de Buda, elementos de agua en forma de arroyos y estanques, fuentes y pasarelas, plantas de bambú y árboles de hoja perenne como el pino negro japonés.

Jardín rústico. Este tipo de jardín se asocia con muebles de aspecto desgastado realizados en rafia, mimbre, madera de roble, olivo o pino (nada de maderas tropicales, cristal o acero), caminos de barro, grava, piedra o madera y otros elementos decorativos que recuerdan la vida campestre como lámparas de aceite, barriles, carros con flores, ruedas de carretilla y faroles de estilo antiguo que aportan calidez al ambiente.

Jardín de hadas. Los elementos decorativos inspirados en los cuentos de hadas le dan un toque mágico a este jardín. Deja volar tu imaginación y decóralo con figuritas de duendes, gnomos, elfos, hadas y otras criaturas mitológicas. Completa este fabuloso mundo de fantasía con fuentes de agua, árboles artificiales, casitas y castillos en miniatura que pondrán una pincelada final a tu jardín encantado.

Jardín mediterráneo: Es una opción perfecta para quienes aman el mar, el sol y la naturaleza. Un jardín de este tipo está siempre lleno de calidez y vitalidad. Sus elementos más típicos son pérgolas con plantas trepadoras como glicina, buganvilla, passiflora o madreselva, masetas de barro con geranios y hortensias (ambas opciones son perfectas para dar un toque de color y calidez a lugares sombríos), arboles de hoja perenne como ciprés, limoneros, nísperos o almendros, muebles de madera y mimbre con colchonetas y cojines, accesorios en colores azul, blanco y turquesa que aportan frescura al ambiente.

¿Tienes poco espacio al aire libre y te preguntas como decorar un jardín pequeño? No te preocupes, porque aún así puedes sacarle mucho partido y disfrutar de él como si fuera extragrande. El secreto está en aprovechar hasta el último rincón utilizando muebles plegables que puedan cambiar su forma y tamaño según tus necesidades. Otra de las ideas para un jardín pequeño es elegir un mobiliario ligero de poca altura que disimula muy bien la falta de espacio. Presta especial atención a las plantas para conectarte con la naturaleza y llenar tu pequeño oasis al aire libre de belleza y colores. Si tienes pocos metros cuadrados, la mejor opción es crear un jardín vertical. Así liberas el suelo sin renunciar a la frescura y agradable atmósfera que ofrece la vegetación.

Entre otras ingeniosas ideas para un jardín pequeño está su correcta iluminación. Evita utilizar lámparas de pie para no restar ni un centímetro de espacio a tu jardín. En su lugar coloca guirnaldas de luces en los techos y/o paredes. De esa forma conseguirás crear una agradable iluminación ambiental y una atmósfera muy acogedora en tus veladas nocturnas. Otro truco infalible para desviar la atención del tamaño del jardín es decorarlo con mesas, sillas, macetas y cojines en distintos colores vibrantes. Así podrás dar un toque divertido a tu espacio exterior y convertirlo en una eterna fuente de alegría y vitalidad.

Si tienes un presupuesto ajustado y te preguntas como decorar un patio exterior con poco dinero, tenemos excelentes ideas para ti. El recurso más económico y efectivo para construir todo tipo de muebles de exterior son los palés de madera. Y lo mejor de todo es que no hace falta ser un manitas para crear tu propio sofá, una mesa de centro o un práctico sillón a partir de los palés. Además, puedes hacer cada uno de estos muebles a medida para que encajen a la perfección en tu patio exterior.

Otro recurso funcional y eficaz son los neumáticos reciclados. Si los pintas en diferentes colores, darás un toque muy vistoso y alegre a tu espacio al aire libre. El uso de los neumáticos es muy amplio y depende del ingenio de cada uno. Puedes utilizarlos como macetas para tus plantas o bien como asientos, previamente cubriéndolos con unos cojines. Tampoco te olvides de cubos, latas y botellas: con un poco de creatividad puedes convertirlos en originales jarrones, improvistas fuentes de luz o en prácticas macetas para una huerta vertical.