Espacios muy prácticos y un gusto estético capaz de convencer a cualquiera. Estas son las características principales del estilo nórdico, una suma de a la que se debe añadir el gusto por los materiales naturales con un diseño inconfundible en el que destacan lo lineal y lo simple.

El largo y frío invierno obliga a los interioristas nórdicos a diseñar espacios cálidos y acogedores capaces de hacer olvidar las temperaturas que se dan en el exterior. Así, es fácil entender lo que ha hecho que el estilo escandinavo se conozca muchas veces como hygge, una palabra que significa “estar en casa”.

Para conseguir un hogar de este estilo es indispensable apostar por las líneas limpias y por un diseño funcional y sencillo. Para distinguir los muebles de diseño contemporáneo de los nórdicos, siempre debes prestar atención a los materiales usados. El estilo hygge siempre emplea materiales naturales como la madera con texturas y diferentes acabados superpuestos.

Su gama cromática también llama la atención: blanco, beige o tonos tierra que se mezclan con el negro. En cuanto a los tejidos, la lana, el lino o el cuero son sus grandes protagonistas.

Ahora que ya conoces las características de este estilo, estás listo para comenzar a transformar tu hogar en uno hygge. Para que te sea más sencillo, aquí te damos 5 claves que convertirán tu casa o apartamento en uno de estilo nórdico en todos los sentidos.

El blanco y, por supuesto, el resto de colores claros como el beige no pueden faltar en ningún rincón de tu hogar si quieres disfrutar de una decoracion escandinava perfecta. Desde las paredes de tu casa a los muebles o los accesorios, elegir el blanco tiene como objetivo dar más luz a cualquier espacio, algo que en las casas nórdicas es muy necesario.

Por supuesto, el blanco necesita un contraste. En la decoración escandinava, lo mejor es hacerlo con la madera natural, especialmente aquella de tono más claro y luminoso. El nogal, el abedul o el roble son buenas elecciones. Estos colores son ideales para el suelo de la casa, pero también para mesas, sillas, camas o armarios.

Cada habitación puede tener tonos completamente diferentes, aunque siempre hay que cumplir algunos criterios de decoración. El primero es apostar por tonos suaves que no sobresalten demasiado la naturalidad de este estilo decorativo.

El segundo criterio es no acumular más de tres tonos diferentes por espacio. Crea una paleta complementario para cada habitación que cuente con tres tonos como máximo y conseguirás acertar con una de las grandes claves de este estilo decorativo.

El geometrismo es clave en el estilo nórdico. Crear contrastes con el blanco de las paredes o del mobiliario a través de estampados y superficies con detalles geométricos es una de las mejores ideas que tienes a tu alcance para dar un toque diferente a tu hogar.

Pero hay otro aspecto al que queremos referirnos con la geometría. La colocación de estanterías que marquen el espacio y de otros elementos debe llevarse a cabo de forma que respete unos cánones geométricos, algo que conseguirás con piezas de líneas rectas cuadradas o rectangulares.

La decoracion estilo nordico no se entiende en absoluto sin la presencia de toques naturales. Las plantas deben estar presentes en todas las habitaciones de la casa, y es que el intenso verde de una planta da un toque de color que queda ideal con la sencillez de este estilo.

Así, cuantas más plantas, mejor. Eso sí, colócalas siempre en esquinas y sitios que no sean de paso para no crear un efecto jungla que arruinará tu decoración escandinava.

Cuando elijas el mobiliario de tu casa, no olvides que los escandinavos son tremendamente prácticos. Cada metro cuadrado de una casa debe estar aprovechado para una función específica y, por lo tanto, sus muebles deben ser funcionales y compactos. Elige cajas y objetos que sirvan para separar espacios y que cumplan una función concreta y estarás acertando.